sin mi contigo

El problema no es que te vayas, pues desde que llegaste nunca desarmaste tus maletas, sino lo que te llevas de mí contigo. Contigo se van mis ganas de mirarte aunque no veas nada, mis manos precisas de madrugada, el poema debajo de tu almohada y la siempre recurrente y rota esperanza del alma. Me dejas un silencio que acaba, sin previo aviso, con los ecos de mis gritos en la noche, dejas a la luna angustiada, a las inmensas ganas colgadas en la mesa de luz. Me dejas en la espalda las marcas de tus manos y ese abrazo que no abraza. El problema no es que te vayas sino lo que dejas, no es que no vuelvas, sino lo que te llevas. Me quede desnudo esperándote, el corazón se quedo abierto esperando para que te decidas a entrar, pues es ingenuo y no va entender por qué te vas. Mi mente y mis pensamientos encontraran la manera de seguir adelante, pues eso hace una mente capaz, razona y suprime, encuentra alguna idea que consuele y sigue adelante aunque sea una idea completamente estúpida, y en mi mente y mi capacidad de superación nada pasa pues todo esta ordenado y sigue su curso, más adentro las cosas se van complicando, llegando al corazón ya se notan las manchas de un tonto sentimiento que a pesar de todo espera, que mas allá de todo se resiste a morir, que aunque no tiene el mas mínimo sentido de ser está ahí, ahí permanece y ahí se queda y ahí se mantiene y ahí espera. Y eso que le explique que el tiempo no te traerá conmigo, que ese abrazo y esas ganas que te llevas ya perdieron el camino de regreso. Ingenuo, inútil corazón que no entiende y eso que duele, y eso que se agita en las noches y de cuando en cuanto se me escapa por las venas y sin embargo, a pesar de ya haberte soltado te espera, te extraña, te sueña. ¿Cómo se calma a un corazón tan inquieto? ¿Cómo te apaga un corazón que busca y espera?