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jueves, 25 de noviembre de 2010

Carta bajo tu almohada

Quiero de ti tu piel mojada por mis besos y mi pasión desenfrenada. Una de tantas madrugadas entenderás que este hombre a tu lado, el que mira y calla, que sonríe y ama, que escribe y piensa, todo lo da por una mirada de tu alma.Sé de corazones sinceros y sobre todo de dificultades en el camino pero nada puede derrumbarme si al llegar, tus ojos, están puestos en los míos.Pasara, como pasa el invierno para darle lugar a la primavera, pasara esa incertidumbre que te aqueja y esa sensación de haberlo entregado todo por ese amor que no fue, pasara, pues todo en la vida es pasar, y esos espacios vacios se irán llenado de mis sutilezas, mis gestos y mis insinuaciones, todo a su tiempo amor mío, nos llegara la mañana en plena noche y ahí estaremos los dos apasionados y llenos de vida para hacer el amor.Te imagino en mis días, intentado develar mis mas profundos misterios mas profundos aun cada con cada luz que arrojas sobre ellos. Me sientes tanto como yo te siento pues la intensidad de nuestras almas nos hace seres únicos con una capacidad única para amar y cuando se renueven tus ansias, tus fuerzas y tus ganas se cruzaran en alguna esquina con mi pasión, mi seguridad, mi corazón abierto y mis inmensas ganas de amar sin medida.Mis palabras son como un juramento que trasciende cada poro de mi piel y me eriza las venas pues están llenas de acción en cada letra y ya te habrás dado cuenta amor que soy un hombre digno de amor.Volveré a conquistarte innumerables veces pues de hacerlo a diario esta llena el alma mía pues llevo toda una vida dando amor sin medidas y sin frenos más allá de alguna que otra despedida. Mis manos sinceras y precisas ya aprendieron el lenguaje de tu piel desnuda y conversan en las noches sobre sus fantasías.Las cartas están sobre la mesa y son mas que provocadoras, inquisidoras, mágicas y precisas. Llevo en mi cajón la llave que abre cada cerrojo y pienso usarla las veces que sean necesarias. Acuérdate de mí, de mi piel, mis manos, mis caricias y dile a tu boca que mis labios son deseo. Pues en la noches solitarias que precisas todo en mi estará ahí contigo sin mi presencia.Cuando des la vuelta al sol, entre idas y vueltas te acercas y te alejas, me hallaras en cada regreso mucho mejor antes.

ganas

Tengo ganas de inventarle al tiempo aquel lugar secreto donde me escondí, y que la luna se asome a tu cuarto para que tengas algo en que pensar en mi, que la luz se pierda entre la noche cuando en tu mirada yo ya me perdí. Tengo ganas que te llene todo el amor que hay en mi. Y me encuentro en el dilema incierto de tener las ganas y dejarte ir pues no basta con la luz del alba para ver con claridad si los ojos no quieres abrir. He desafiado todos mis teoremas y las formas raras por que estés aquí, he perdido todo y nunca basta para ser feliz. Tengo ganas de que tengas ganas y no estas aquí.
Y vuelvo a creer en lo creído más que antes, pues es mas fuerte ahora que retoma desde lo olvidado aquello que siempre estuvo cerca. Mi frágil anhelo conserva, más allá de la nubes, un cielo claro, mas claro aun después de la tormenta, mas claro aun después de haber llovido. Y en la mañana volví a entender esas cosas que de tanto andar ocupado las había desentendido y tuve que volver a aprenderlas, aprender que querer es un acto, una acción que se siembra, una clase constante, un día a día que siempre se renueva. A veces cansado, se me olvida que de tanto querer tal vez no quiera bien, pues mi intensidad a veces me hace avasallante. Pero quiero aprender de nuevo que una caricia no es un roce sin escalofrió, que las miradas me desnudan y en los ojos todo se escapa. Nada queda que no se aprenda y sin embargo todo vuelve a ser nuevo para mi Añadir un pie de foto Y vuelvo a creer en lo creído más que antes, pues es mas fuerte ahora que retoma desde lo olvidado aquello que siempre estuvo cerca. Mi frágil anhelo conserva, más allá de la nubes, un cielo claro, mas claro aun después de la tormenta, mas claro aun después de haber llovido. Y en la mañana volví a entender esas cosas que de tanto andar ocupado las había desentendido y tuve que volver a aprenderlas, aprender que querer es un acto, una acción que se siembra, una clase constante, un día a día que siempre se renueva. A veces cansado, se me olvida que de tanto querer tal vez no quiera bien, pues mi intensidad a veces me hace avasallante. Pero quiero aprender de nuevo que una caricia no es un roce sin escalofrió, que las miradas me desnudan y en los ojos todo se escapa. Nada queda que no se aprenda y sin embargo todo vuelve a ser nuevo para mi

san telmo...

Ahí, justo en el inmenso mientras tanto en el interminable mientras tanto, luchando por conservar el sueño; una visión, una alternativa.¿conformarse?¿intentar? peliarle al tiempo por ese instante inmenso de sus manos blancas en mi mejilla?¿la habré amado? Si pudiera tan solo detener ese motor incansable de la mente que segrega emociones ante mínimos estímulos externos. Y como termina? Te preguntaras cual es el final?. Ya habrás pensado que no se olvidar, que no alcanzo a inventar finales propicios. Cuanto daría por que su boca hablara tan solo una vez, que enorme inmovilidad tienen los labios para verme escapar de donde no puedo irme, y callar. Si no se acaso si estarás ahí, conmigo. Que perdido estoy en Buenos Aires. A quien le escribo si no estas, ella eres tu, y todos los ojos de instantes superfluos, todo y sin embargo ninguno. Tantas miradas y nadie me ve. A quien le explico la angustia enorme de vivir por un sueño que solo yo alcanzo a ver y no puedo contar, si no hay palabras para lo que no se ve, si no hay visión para quien no dice. ¿A quien le escribo amor, a quien sueño en mis noches? Como saber quien soy si el espejo en el que me miro esta roto. Todos mis pasos me llevan al mismo lugar. Otro minuto de pensamientos desvelados. Y mi voz, una voz silenciosa de letras persistentes, interrogantes, insatisfechas que no acaban al final de la pagina. Y dónde más buscarte si no sé a dónde me llevan mis propios pasos. San Telmo en los domingos se parece a tus ojos. Siempre diferente, siempre nuevo, mas de lo anterior. Pasajes, atajos, sombras de bohemias caminatas. Gente de todas partes. Mundos en cada rincón. Extraño oficio este de escribir. Los escritores somos los guionistas de nuestra propia película de vida. Cada suceso que inventamos es una escena anticipada de lo que después será real. Fascinante oficio de inventar la vida que nos tocara vivir. Vivir para contarlo, contarlo para vivirlo. Los lugares comunes son visiones anticipadas de cada lugar donde vamos a estar, en todas partes, en todos los sitios. Tu boca es poesía en mis letras, tu amor es la conciencia anticipada de un haberte tenido aun sin conocerte, ya te he perdido y te he llorado alguna vez. Buenos aires ya fue triste antes de tu dolor. Lo fue en mi mente, lo fue sin vos. Lo se, ya estuve aquí antes. El deja vu de las soledades circulares. Habrá otras madrugadas, otras veces te volveré a amar, otras tantas me dolerás. Pero recuerda, yo ya estuve aquí antes, y cada vez que vuelvo a escribir la escena, es una nueva mejorada versión del eterno retorno de lo mismo, improvisado. No me volveré a despedir de ti, por que ya lo hice innumerables veces. Esta vez será un “hasta pronto”, un seguir, un “mientras tanto”, un silencio. Un beso. Un dolor. Que será goce, será sonrisa, será pasión, será recuerdo, amor, será tus ojos, será tu voz, tus manos blancas, un perpetuo volver a empezar. Ignoro la manera, ignoro lo que tu sabes, ignoro la ignorancia de lo que otros saben. Ignorare mañana la noche lejana que se pierde en el sol. Desearas amor, no saber si estoy, si me fui otra vez o si volveré mañana. Ahí, estaré de todas formas, ahí estaré de todas maneras. Extraño oficio el de las palabras, espejos siempre difusos de lo que pasa Añadir un pie de foto Ahí, justo en el inmenso mientras tanto en el interminable mientras tanto, luchando por conservar el sueño; una visión, una alternativa.¿conformarse?¿intentar? peliarle al tiempo por ese instante inmenso de sus manos blancas en mi mejilla?¿la habré amado? Si pudiera tan solo detener ese motor incansable de la mente que segrega emociones ante mínimos estímulos externos. Y como termina? Te preguntaras cual es el final?. Ya habrás pensado que no se olvidar, que no alcanzo a inventar finales propicios. Cuanto daría por que su boca hablara tan solo una vez, que enorme inmovilidad tienen los labios para verme escapar de donde no puedo irme, y callar. Si no se acaso si estarás ahí, conmigo. Que perdido estoy en Buenos Aires. A quien le escribo si no estas, ella eres tu, y todos los ojos de instantes superfluos, todo y sin embargo ninguno. Tantas miradas y nadie me ve. A quien le explico la angustia enorme de vivir por un sueño que solo yo alcanzo a ver y no puedo contar, si no hay palabras para lo que no se ve, si no hay visión para quien no dice. ¿A quien le escribo amor, a quien sueño en mis noches? Como saber quien soy si el espejo en el que me miro esta roto. Todos mis pasos me llevan al mismo lugar. Otro minuto de pensamientos desvelados. Y mi voz, una voz silenciosa de letras persistentes, interrogantes, insatisfechas que no acaban al final de la pagina. Y dónde más buscarte si no sé a dónde me llevan mis propios pasos. San Telmo en los domingos se parece a tus ojos. Siempre diferente, siempre nuevo, mas de lo anterior. Pasajes, atajos, sombras de bohemias caminatas. Gente de todas partes. Mundos en cada rincón. Extraño oficio este de escribir. Los escritores somos los guionistas de nuestra propia película de vida. Cada suceso que inventamos es una escena anticipada de lo que después será real. Fascinante oficio de inventar la vida que nos tocara vivir. Vivir para contarlo, contarlo para vivirlo. Los lugares comunes son visiones anticipadas de cada lugar donde vamos a estar, en todas partes, en todos los sitios. Tu boca es poesía en mis letras, tu amor es la conciencia anticipada de un haberte tenido aun sin conocerte, ya te he perdido y te he llorado alguna vez. Buenos aires ya fue triste antes de tu dolor. Lo fue en mi mente, lo fue sin vos. Lo se, ya estuve aquí antes. El deja vu de las soledades circulares. Habrá otras madrugadas, otras veces te volveré a amar, otras tantas me dolerás. Pero recuerda, yo ya estuve aquí antes, y cada vez que vuelvo a escribir la escena, es una nueva mejorada versión del eterno retorno de lo mismo, improvisado. No me volveré a despedir de ti, por que ya lo hice innumerables veces. Esta vez será un “hasta pronto”, un seguir, un “mientras tanto”, un silencio. Un beso. Un dolor. Que será goce, será sonrisa, será pasión, será recuerdo, amor, será tus ojos, será tu voz, tus manos blancas, un perpetuo volver a empezar. Ignoro la manera, ignoro lo que tu sabes, ignoro la ignorancia de lo que otros saben. Ignorare mañana la noche lejana que se pierde en el sol. Desearas amor, no saber si estoy, si me fui otra vez o si volveré mañana. Ahí, estaré de todas formas, ahí estaré de todas maneras. Extraño oficio el de las palabras, espejos siempre difusos de lo que pasa

hablemos sin hablar

Equivócate en tu duda, ponle un buen pretexto a tus miedos y mírame, si no sabes que decirme simplemente mírame. Que yo en mi oficio de soltar al viento mis señales, de hurgar desde adentro y sacar a respirar el corazón, interpreto tus manos; te interpreto mejor. Si tu boca esta callada entonces silencia mis palabras con tus besos y tu sabor, ponle cura a tus instintos y lléname de tu color. Perfúmame la almohada y quédate entre las sabanas de mi piel. Cuéntale a mis manos sobre tus caricias y mírame sin prisa que el tiempo no se va. Explícale a mis ojos con los tuyos, llénate de mis poros y tiembla sobre mi cintura en el vaivén de tus encantos, baila conmigo en la ternura y piérdete con mi canción. Y si tu boca está sellada y las palabras no son lo mejor explícame en tu idioma el temblor en tu voz. Abrázame y no digas nada, enrédate en mi cuerpo sin mediar palabra que tengo abierto el corazón para que veas que no hay tregua, ni escaleras para que puedas entrar, no le temas aquí adentro tu ya tiene un lugar