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miércoles, 20 de agosto de 2014

Gotas para amarte

Pensaba en buscar alguna manera de decirle a tus manos lo que habita en mi piel y sólo consigo abrazarte, pensaba en lo frustrante que suele ser, esto de soltar versos al viento intentando acariciarte. Y penas consigo, susurrarte al oído partecitas de mi alma. Es por eso que escribo, para que sonrías, y así ilumines el día de quienes te miran. A veces consigo ser lluvia que inunda, a veces soy sólo una brisa que roza. El hecho en sí mismo se hace importante, pues los actos de amor son también contagiosos, inundar de poesía las veredas, las calles, las sonrisas, los bares, las tardes, las caras y todo lo que, por reflejo, pueda iluminarse.
Entonces la gota en el mar se hace gigante, entonces amar, se hace indispensable.

A quien corresponda;


Quien quieras que seas, déjame aclararte algunas cuestiones; pretender amarte no significa que te quiera mía, sólo lo hago porque es lo que sabe hacer el alma mía. La luna está ahí aunque el día no te permita verla, espera hasta la noche para descubrirla. A veces las cosas que más brillan precisan oscuridad. No te enamores de la luna sin amar la noche que te permite verla. No ames mi luz sin pasar por mis sombras tempranas. Pues yo empezare desde la sombra, desde la más escondida noche del alma. Amarte clara cualquiera podría, amarte a oscuras solo es cosa mía. Seas quien seas, te advierto, si no amas no pierdas tu tiempo. Mi amor es despierto, sin dudas, ni miedos, si sientes lo mismo, seas quien seas, no será preciso siquiera entenderlo. Seas quien seas no pretendas descifrarme, para cuando logres un poco, otro poco habrá cambiado, me entenderás solo por partes y la mente sin corazón siente el desgaste. Mientras tanto besare tus heridas, mientras intuyo tu venida. Seas quien seas estas advertida, sigue tu camino mientras el corazón prepara la bienvenida.

Paseo

Caminábamos por las calles sin gente de la ciudad callada, algunas hojas secas nos marcaban el camino, no supimos si era domingo o un simple instante de primavera en otoño.
No teníamos prisa, ni destino al que llegar, nos detuvimos a mirar el agua pasar en la baranda de aquel canal. Sus ojos parecían brillar, el reflejo de la luz en el agua tiño de ternura las simples palabras que nos decíamos. Las mil preguntas de sus ojos. La calma tensión de las miradas
-¿Y si acaso el mundo nos abrazará a los dos? ¿O simplemente no hay mundo más allá de nosotros?- Una caricia en el viento y el aroma de su pelo me impregna el alma. La coincidencia perfecta se sus manos en las mías, un abismo en sus ojos al que sin dudar saltaría. La luna en su sonrisa a plena luz de día, el sabor de su boca y el temblor de la mía.

¿Todo o Nada?

¿

El día que pasa y tu que llegas,¿por que te vas? ¿por que regresas?
Y si nos desnudamos los pensamientos, las largas noches donde no estuvimos, si decidimos por fin existir y descubrirnos todas las mañanas. Si, por una maldita vez, rompemos el miedo, sorteamos los mundos a los que no pertenecemos. Qué pasaría si por fin la vida, nos da la vida en este momento. Dejemos todo lo que no es nuestro, el maldito tiempo que siempre pasa, las ganas nuevas de abrir el alma y por dios amarnos sin decir nada. Dime qué hacemos con estos brazos, con estas manos tan apretadas, con tantos sueños que nunca alcanzan y tantas ansias que nos desgarran.
Dime qué hacemos con estas lágrimas que se nos caen a cataratas, por ser cobardes, por las excusas, por tanta huida justificada. Seamos viento y piedra firme, la luz que entra por la ventana soltemos todo, seamos todo, que todo es nada si somos nada, si nos quedamos mirándonos como dos extraños de madrugada. Seamos corazones encadenados,libres, juntos pero no atados, vivamos todo, saltemos hoy que estoy cansado de dejar todo para mañana.
¿Y si te quedas esta noche?

Razones de amar

No ame por que pudiera o porque tu así lo quisieras, lo hice, sin piedad por que soy un alma libre. De abrazos y alas, de vuelos profundos y simples. No ame para agradarte, aún si así lo pretendieras, lo hice solamente por escribir un poema. Y decirle a tu alma, tan escondida, que saliera de tus ojos y se recueste a mi vera. Ame porque respiro, porque así se vive en mi orilla, no pretendiendo te quedaras, sino anhelando que vuelvas. No ame para que entiendas el poema de mis manos, ni tampoco por sí acaso tu también quisieras amarme, lo hice con entrega, porque así de intensa es mi marea, porque amores con miedos ya te sobran allá afuera.
Ni por pena, ni por bella, ni por merecimientos o condenas, ni por mala mucho menos por buena, ni porque así me lo pidieras; ame sin piedad, sin tapujos y sin pena, porque al hacerlo cada vez más del suelo me despegas, más al cielo me cercas.