Translate/Traducir

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Inmersion

Algo sucedió en esos días. Me encontré tirado en la cama sin ánimos de salir a ver el sol, ya había perdido la noción del tiempo que se esfumaba mientras permacia allí, inalterable, inanimado, inmutable. De pronto, como un relámpago de luz, algo empezó a cambiar, como si algo dentro mi comenzara a crecer, una semilla que brota con fuerza. Me levante de la cama, tome algunas cosas y empecé a caminar, solo caminar, mis pasos se hacían mas rápidos y mi velocidad comenzó a incrementarte. Corrí y corrí sin detenerme, luego de varias horas, me detuve, exhausto, pero con una increíble sensación de libertad.
A la mañana siguiente decidí mudarme de casa, el departamento de caballito ya no era un lugar donde quisiera estar, comencé a regalar las innumerables cosas que fui acumulando y jamás fueron útiles. Deje mi trabajo, no tenía la menor idea de por qué lo hacía, me despoje de casi todo, conservando solo lo indispensable, había recuperado la fe en mí, la inagotable fuente de realizar imposibles, había vuelto a ser yo mismo, inciertamente otra vez, sin oponer resistencia, como dejándome llevar por una luz que no se ve pero alumbra a medida que doy un paso. Ahora ya no puedo detenerme, ni confórmarme con caminar, cuando consigo correr, con correr, cuando estoy aprendiendo a volar de verdad. Cada célula de mi cuerpo comenzó a unirse a otras contagiando la intensión de existir al resto de mi cuerpo muerto, nunca estuve tan vivo. ¿Acaso se podría conseguir aun más? Ciertamente sí. Mi mente circular, comenzó a alinearse y descubrí las profundidades de mi alma. Todo se había transformado, comenzaba a surgir mejores versiones de mi mismo con cada instante de tiempo presente. Me subí precipitadamente al vuelo, la sonrisa se tatuó en mi rostro para quedarse allí, había encontrado el tesoro más preciado, había encontrado lo que andaba buscando, lo que muchos están buscando sin ver, me había descubierto en mi infinito potencial.
Al cabo de unos años el mundo se transformo en mi casa, desperté en Bali, desayune contemplando el Mediterráneo. Me deslumbre en las puestas de sol africanas. Me impregne del aire Himalaya, camine por las murallas de China, me bañe desnudo en las cálidas aguas de las playas Colombianas a solas con la luna y la espuma, me vi desde todos los lugares y desde ningún lugar, estuve en todos los rincones donde podría estar, y ningún viaje me llevo tan lejos como este de ir encontrándome en cada nueva respiración.