Translate/Traducir

jueves, 25 de julio de 2013

Aprendiendo a amar

Antes de conocerte le pedí a dios una sola cosa: que me enseñara amar y te trajo a mí, o tal vez me llevo hacia ti, para aprender hacerlo de verdad. Recuerdo que me encontré llorando, conmovido y agradecido por tenerte en mis brazos, había en mi vida, por primera vez una coincidencia del amor. Te mire, y supe que nada sería del todo sencillo, pues el amor es un espejo que nos devuelve una imagen de nosotros mismos. Me vi, y entendí que debía dejar mis miedos y mis dudas y dar todo lo que tenia sin reserva alguna. Me abrace con todo al amor, aun sabiendo que no sería reciproco, ni parejo, ni igualitario, perdí ese miedo idiota de darlo todo y quedarme sin nada y supe que mientras daba más me llenaba a mí mismo y mas podía volver a dar ¿Cómo podría haber pensado en vaciarme si al dar se hacía más grande mi capacidad de amar?
Desistí de esperar cosas de ti, pues esa espera es siempre angustiosa y frustrante y llego la calma a mi mente. De pronto todo fue más claro; dios me había dado exactamente lo que le pedí, ahora dependía de mí elegir la manera. Con el tiempo comprendí que la necesidad no es motor del amor, y encontré mi lado más sincero, mi más profunda compasión. Allí me sentí seguro, desapareció sin previo aviso el miedo y todo aquello que causaba algún dolor y tuve el sentimiento más cercano a ese horizonte que nunca llega y algunos llaman “felicidad”. Simplifique mi alma de mis propias complicaciones y encontré el valor para tirarme al vacio sin importarme a donde podía caer o si acaso alguien me pudiera sostener,
y sigo cayendo,
y sonrío, y no hay suelo a donde caer,
y sigo cayendo
y me inunda un inmenso sentimiento de libertad

miércoles, 10 de julio de 2013

... dias

Quisiera poder escribirte un poco más, un poco más tan sólo. Quisiera y se me hace a veces tan difícil. Pues mis letras no acarician tu oído, ni mi voz te alcanza a tocar. Quisiera ser capaz de erizar tu piel otra vez y perderme en tus manos blancas enamoradas, quisiera y lo consigo a veces, las pocas veces que te dejas amar. En los días sin tu abrigo me cuesta sonreír, y ya son tantos esos días que temo por mí, por mis alas, por ganas de seguir. Quisiera abrazarme a la fe del amor y encontrar la manera de ser libre en tu boca, de ser cautivo en tus besos. Quisiera y cuantas más cosas de mi y de ti y aun estamos los dos sin saber cómo hacerlo posible.