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miércoles, 30 de septiembre de 2009

De desencuentros encontrados

De tanto andar buscándonos no reparamos en lo lejos que estábamos de encontrarnos y, como ignorando lo ya evidente, no nos quedo mas que asumir la realidad; estábamos perdiendo la noción del tiempo mirándonos. Y segundos después de cada despedida algo por dentro parecía faltar, y mis manos sentían frio sin las suyas y mis brazos parecían temblar. Por suerte para el corazón no tardaba en llegar el reencuentro, cualquier excusa era buena para volvernos a mirar. Como sin ser del todo consientes lo dejamos crecer, y sucedió que un buen día la noche y su complicidad fue mas clara que nuestra propia razón y callo con besos nuestras bocas. Sin darnos cuenta las horas se hicieron inmensas y el reloj de pared callo su tic tac, me olvide que hace tiempo ya estaba buscándola y ella olvido sus estructuras. Caímos ante la evidencia y así como el verso encuentra al alma desnuda en la madrugada nos encontramos lo dos.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Vivir para escribirlo: una mirada hacia adentro: Carta a una extraña mujer

(para quienes querian volver a leerla. Muchas gracias por el apoyo y los comentarios y a la gente de Varias Radios que me leyeron Eternamente agredecido) Carta a una extraña mujer
La vida sabe bien como guardar sus misterios. El tiempo es una percepción inapropiada, un juego de ajedrez contra uno mismo y todo empieza justo cuando acaba. Mientras tanto, la partida se hace a veces tan difícil que nos acorrala y son pequeñas las salidas, ¿Para que jugar? ¿Como vivir? ¿Para qué abandonar? Tres preguntas y una sola respuesta; por amor; por esa inexplicable e incierta certeza del amor; que nos hace creer que podemos ganar y reinventa una jugada nueva, insospechada, siempre creativa, tantas nuevas veces. De pronto, la balanza esta a nuestro favor y pensamos, soberbios, que el juego ya es nuestro. La certeza de la victoria nos lleva al borde de la derrota. Fue sólo un aviso, para estar mas alertas la próxima vez. La vida si que sabe guardarse sus misterios; todo llega al que sabe esperar y el que busca siempre encuentra. Para quién busca: una aventura, un sueño, para el que espera. Una enorme contradicción; silencios que hablan, pasos que van a ningún lugar, besos sin bocas y el amor que otra vez se pierde, como ese juguete que un niño distraído no supo cuidar; otro, mas perceptivo y soñador, lo encuentra, se adueña de ese amor, lo hace suyo, lo conserva, lo guarda celosamente para que el tiempo no lo desgaste. Desde la vereda de enfrente, otro niño observa triste a través del empañado vidrio de su ventana como la lluvia se lleva los juguetes que olvido en el jardín Los misterios si que saben esconderse. Justo ahí, detrás de tus ojos, debajo de tu piel, algo le dice mi boca de cerca a tus labios y sólo ellos lo entienden. Extraño lenguaje el de tu piel y la mía, me buscan tus manos para amarrarse a las mías, extraño romance entre mis silencios y tus sonrisas. Me brotan, como los segundos le brotan al tiempo, emociones impensadas cada vez que tus dedos me encuentran. Tengo la piel encendida por el fuego de esas manos que van borrando todas las huellas. Si he llorado alguna vez, se me olvido la amargura en tus brazos, si otras bocas han pretendido la pasión encerrada del alma, la tuya convino el sabor y convirtió el beso en un poema, en un pacto de amantes contra todas las reglas. Si te toco el alma en alguna de esas noches, no le digas al silencio que te explique qué pasó. No le pidas a mis ojos que dejen de soñar tu amor. Sé, lo sabe mi alma, que alguna de todas esas noches que vamos a inventar, a solas, con mis manos en tu piel desnuda y los cuerpos húmedos de besos, va estar mi corazón abierto, por si se te ocurre enamorarte.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

asi nos encontro septiembre

Y pasamos de olvidarnos a no poder despegar nuestras bocas y casi sin darnos cuenta nos encontró Septiembre abrazados y ese mismo tiempo que dejamos pasar en el reloj se hizo lento entre nuestras manos, esa incierta sensación de no perder se nos volvió pasión y nos come a flor de piel, así no encontró septiembre, callando las palabras con besos inmensos, de esos que llegan hasta los huesos, así nos encontró la vida, como sorpresa guardada a la vuelta de la esquina. Y no quedamos sin querer soltarnos por no extrañarnos más de la cuenta y en la intensa noche, mas intensa aun en sus brazos, aprendimos a cambiar los silencios por suspiros, las represiones por ganas. Y aunque no sabemos muy bien que pasara, pues nadie es dueño de saberlo, seguiremos así, pues así nos encontró septiembre y nos olvidamos del frio en la ciudad.