Quiero enseñarte cómo abraza el corazón y sueña el alma esas cosas posiblemente imposibles. Quiero cruzar la barrera de mis límites y llevarte un poco más allá a lugares que no conozco y descubrirnos inventando el camino. Tomarnos la tarde contemplando al sol acostarse sobre el mediterráneo. Despertarnos desnudos con las alas abiertas a la luz que nos envuelve y nos invita a desayunar mirándonos. Caminar sin rumbo por las calles de París, perdernos en algún callejón de Barcelona, escondernos donde nadie nos vea para besarnos y sentirnos la piel. Recorrer Venecia en góndola, asombrándonos del romántico idilio de tus manos y las mías. Escalar un camino legendario y llegar a la cima de antiguas civilizaciones perdidas, llenarnos de esa energía y respirarnos, exhalar la duda, el ego y todo lo que nos impida seguir creciendo. Pisar senderos sagrados, cultivar las huellas de la sabiduría. Sonreír al volver a descubrirnos, diferentes, similares, juntos e individuales, volver a enamorarnos de nuestros cambios y seguir el camino, siempre seguir inventando el camino.
