
Un corazón de esos, inagotables, frágilmente fuerte. Este corazón que dios me ha dado se me sale del pecho, tiene alas, vuela en tempestades, y siempre se renueva. Un corazón que gobierna mis células dando brillo y dirección a esos pensamientos que a veces se pierden. A veces de fuego, a veces de tierna calma, de agitada pasión, de inmensa paz. Late libre como el viento y sabe conquistar anhelos nuevos, cuida con recelo sus tesoros, contagia a quien lo acaricia y lo sabe ver. Difícil de lastimar, tan fácil de querer, incorruptible, paciente, inundado de fe. Corazón de lluvia y viento, de poesía y tiempo, de bendito romanticismo. Corazón tan despierto, tan vivo, hermosamente vivo.