Si me ves respírame, mírate en mis pupilas, descúbrete atreves de mi. Aprehenderás, aun sin poder explicarlo, las inagotables posibilidades de tu alma en libertad. Sentirás, al tiempo como una idea irónica, al viento como una caricia, a tu cuerpo como un templo de luz para cuidar, limpiar, para crecer todos los días.
Si me ves, despiértate. Invítame a caminar. Conversa conmigo sin mediar palabra.
